Il Castro nace en el siglo XIII como burgo rural, en la vía Francigena, antigua calle por la que pasaban los peregrinos. Una antigua historia narra que en la antigüedad, para ser exactos en el siglo XVI, el famoso artista Miguel Ángel, durante su viaje hacia Roma, pernoctó varias noches y quedó fascinado por el encanto de tanto esplendor.
Actualmente, la finca abre sus puertas a quienes buscan paz y relax en un lugar configurado por paisajes e historia donde el tiempo parece haberse detenido para regalar una atmósfera de pura magia.
El mobiliario de la finca ha sido minuciosamente decorado por artesanos locales y se mezcla perfectamente con los valiosos detalles de diseño elegidos con cuidado para crear una estructura original, fina, exclusiva y elegante, única en su género gracias a la alta calidad de los materiales.
Tiene una entrada independiente desde la planta baja y a través de las escaleras se accede al dormitorio-estudio del entrepiso. Continuando se entra en la sala de estar en la que resalta la antigua chimenea restaurada por manos expertas. La sala de estar se comunica con la cocina, una habitación doble, el antebaño y el baño. Un pasillo conduce a la segunda habitación doble con baño privado y un dormitorio más al que se accede desde una escalera interior con altillo. Todo ello ocupa una superficie total de unos 220 m2.
Al apartamento Michelangelo se accede a través de un paso peatonal de la comunidad de propietarios, directamente desde el jardín exclusivo situado frente a la sala de estar que se asoma al perfil urbano de San Gimignano y que también da acceso, a través de una escalera, a la piscina de la comunidad del nivel inferior. El apartamento está elegantemente decorado y rehabilitado manteniendo inalterados todos los elementos originales como, son, los techos tradicionales con vigas de madera y ladrillos, y los pavimentos de terracota antigua. Los colores claros de los muebles y la madera natural crean un espacio cálido y acogedor, una mezcla entre shabby chic y rústico. Las ventanas panorámicas del amplio y luminoso salón se asoman al jardín exterior e iluminan el espacio regalando momentos de pura naturaleza y serenidad.
La finca Castro pone a disposición de sus huéspedes óptimos servicios que les permitirán disfrutar de una estancia confortable y tranquila.
El apartamento Michelangelo está equipado con lavadora autónoma, secadora para el secado rápido de la ropa y una cómoda plancha.
Asimismo, ofrecemos una zona estudio donde poder utilizar el portátil, sentados cómodamente en una silla adecuada para las largas horas de trabajo en el escritorio.
El apartamento dispone de todas las comodidades que sus huéspedes pueden necesitar: TV y conexión ethernet.
En la zona de la cocina encontrarán todo lo necesario para organizar cenas y comidas: ollas y sartenes, aceite, sal y pimienta, platos y cubiertos, horno microondas, horno y placa de cocción, máquina de café y un práctico lavavajillas.
Durante los días fríos, podrán calentarse ante la sugestiva chimenea, mientras que el acondicionador deshumidificador garantizará su comodidad durante los días de fuerte calor.
En la zona del baño encontrarán: Shampoo, colgadores y secadores de pelo y en la zona de noche dispondrán de ropa de cama fresca y limpia con almohadas y mantas adicionales.
Todo ello sumergido en el verde de un jardín exclusivo que también da acceso a la piscina.
El apartamento Michelangelo se encuentra en la planta baja, a la que se accede cómodamente sin escaleras.
Además del aparcamiento, hemos estudiado una entrada privada e independiente para garantizar la intimidad total de cada apartamento.
Aceptamos permanencias de larga duración durante más de 28 días.